Mira Lidia... si él no fuese como es, estariais felices y estupendos; si el no te hubiese fallado, las cosas serían mucho mejor....Tú no tienes la culpa de nada. Bueno sí: de escucharle, de darle segundas, terceras, quintas oportunidades... Pero de poco más.
Aveces sólo necesitamos, que alguien nos recuerde que si algo sale mal, siempre podremos volver a empezar de cero.
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