No quiero verte, ya es suficiente. Y casi sin querer, yo me enganché a tu piel sin darme cuenta entonces de tu lado cruel, supongo que no lo quise entender. Hoy el tiempo se detuvo en el momento, en aquel ultimo abrazo que 
sentía que ya no 
había nada por lo que luchar y los intentos solo sirvieron para alargar la 
agonía.
 
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