viernes

Seiscientos y pico...

Mi casa está justo arriba de tus pestañas.
Mi calle va toda recta hasta tu cintura.
Tus ojos son los culpables de mi locura.
Mi corazón se acelera cuando te marchas.
VAMOS HACER QUE DESAPAREZCAN LAS DESPEDIDAS.
ESTOY AQUÍ PARA SIEMPRE, TE LO ASEGURO ;)

No hay comentarios:

Publicar un comentario